
A mediados de septiembre de 2025, SHA-256 sigue siendo el peso pesado en la minería de criptomonedas. El ascenso de Bitcoin a más de $110,000 y su alta liquidez hacen que la minería de BTC por SHA-256 sea muy atractiva, especialmente para grandes operaciones con acceso a energía barata y ASICs modernos. La eficiencia de los equipos ASIC más nuevos continúa mejorando (menos julios por terahash), lo que ayuda a compensar la creciente dificultad de la minería y los gastos de electricidad. SHA-256 también incluye otras monedas como Bitcoin Cash o DigiByte, pero ninguna se compara con Bitcoin en fuerza del ecosistema o potencial de retorno, a menos que la electricidad sea prohibitivamente cara o la dificultad se vuelva insosteniblemente alta para operaciones más pequeñas.
Dicho esto, otros algoritmos están presentando un fuerte argumento bajo ciertas condiciones. Las monedas amigables con GPU o resistentes a ASIC (como las que usan RandomX, Ethash, KawPow, etc.) podrían generar mejores retornos para mineros más pequeños, aficionados o en regiones donde la electricidad es costosa o la fiabilidad de la energía es un problema. Algunas altcoins tienen barreras de entrada más bajas (menor costo de hardware, menor inversión inicial), y cuando la dificultad o la competencia en SHA-256 está aumentando, estas altcoins pueden superar en ROI (al menos a corto y medio plazo) debido a una menor competencia y una minería menos industrializada.
Entonces, ¿es SHA-256 "mejor" ahora mismo? Para operaciones a gran escala con buena infraestructura, sí: SHA-256 es generalmente más estable, más predecible y puede generar los mayores retornos en dólares. Pero para mineros más pequeños o aquellos sin acceso a energía ultrabarata, las monedas que no usan SHA-256 pueden tener más sentido: menor riesgo, menor costo inicial, aunque generalmente con un techo más bajo. Las variables clave a observar son: el costo de la electricidad, la eficiencia del hardware, la tendencia de la dificultad del algoritmo y la volatilidad del precio de la moneda. Si alguna de estas cambia (por ejemplo, la electricidad se vuelve mucho más cara o algunas altcoins ganan una gran adopción), el equilibrio podría variar.