
Durante años, la minería de Bitcoin en solitario ha sido vista como una reliquia del pasado, eclipsada por las enormes granjas industriales llenas de filas de ASICs. Sin embargo, en 2025, la historia es más compleja. A pesar de la dificultad de la red, que alcanzó un récord, y de que los mineros corporativos controlan la mayoría del hashrate, los informes ocasionales de mineros solitarios que "encuentran oro" le recuerdan a la comunidad que el sueño no ha muerto. La posibilidad de éxito puede ser minúscula, pero cuando un minero solitario resuelve un bloque, el pago de 3.125 BTC (aproximadamente 350.000 dólares al precio de hoy) hace que el esfuerzo sea inolvidable.
Desde un punto de vista técnico, las probabilidades están en contra de los individuos. La dificultad de la minería está en su punto más alto de la historia, y operar una sola o incluso un puñado de unidades ASIC es estadísticamente improbable que gane un bloque. Los costos de electricidad también pesan mucho; sin acceso a energía extremadamente barata o excedente, la mayoría de los mineros solitarios corren el riesgo de operar con pérdidas. Aun así, muchos entusiastas tratan la minería en solitario como una lotería, donde la persistencia, el momento oportuno y un poco de suerte pueden generar recompensas que cambian la vida.
Lo que hace que 2025 sea único es el auge de los modelos híbridos. Algunos mineros en solitario están experimentando con fuentes de energía renovable, utilizando el exceso de energía solar o hidroeléctrica para compensar los costos. Otros recurren a plataformas como Solo CKPool, que permiten a los mineros contribuir individualmente sin unirse a un pool tradicional, manteniendo viva la posibilidad de un "jackpot en solitario". Si bien los mineros industriales dominan la producción diaria, el raro éxito de un solo minero independiente mantiene vivo el espíritu descentralizado de la minería de Bitcoin, demostrando que incluso en una era altamente competitiva, el pequeño todavía tiene una oportunidad.